Además de su resistencia, el policarbonato proporciona excelente aislamiento térmico y acústico. Esto se traduce en menor consumo energético para climatización y mayor confort interior. Su peso facilita la instalación y reduce las exigencias sobre los marcos de las ventanas. Elegir el adecuado para tu proyecto puede transformar completamente el confort, la seguridad y la eficiencia energética de tu hogar o local comercial. En este artículo te explicamos los diferentes tipos de policarbonato para ventanas y cómo elegir la opción perfecta según tus necesidades específicas.
El policarbonato compacto representa la elección más popular para ventanas debido a su combinación ideal de propiedades. Se trata de láminas sólidas sin cámaras internas, lo que les confiere máxima claridad óptica y resistencia estructural.
Este tipo de policarbonato ofrece una transmisión de luz de hasta 90%, prácticamente igual al vidrio, pero con ventajas significativas en términos de seguridad y durabilidad. Su superficie lisa facilita la limpieza y mantenimiento, mientras que su resistencia a los rayos UV (con el tratamiento adecuado) garantiza que mantenga su transparencia durante años.
Los espesores más utilizados para ventanas van desde 2mm hasta 6mm, siendo el de 3mm el más común para aplicaciones residenciales. Para ventanas de mayor tamaño o en zonas con condiciones climáticas adversas, se recomiendan espesores de 4mm o 5mm.
Aunque menos común en ventanas tradicionales, el policarbonato alveolar encuentra aplicaciones específicas donde el aislamiento térmico es prioritario. Su estructura de cámaras múltiples crea bolsas de aire que actúan como aislante natural.
Este tipo es especialmente útil en ventanas de invernaderos, cerramientos de galerías o ventanas en zonas de clima extremo donde el control térmico es fundamental. Las cámaras internas proporcionan un aislamiento térmico hasta tres veces superior al vidrio simple.
Los espesores típicos para ventanas van desde 4mm hasta 10mm, siendo los de 6mm y 8mm los más utilizados. A mayor espesor, mejor aislamiento térmico, pero menor transmisión de luz y mayor costo.
Es importante destacar que el policarbonato alveolar requiere sellado adecuado de los extremos para evitar el ingreso de humedad, polvo o insectos en las cámaras. Esto implica usar perfiles específicos y cintas de sellado apropiadas durante la instalación.
La elección del color en policarbonato para ventanas no es solo estética, sino que afecta directamente el confort térmico y lumínico del espacio interior.
La elección del espesor correcto es fundamental para garantizar el rendimiento y durabilidad de las ventanas de policarbonato. Para ventanas residenciales estándar el policarbonato compacto de 3mm es la opción más equilibrada. Ofrece resistencia adecuada para uso doméstico, facilidad de manipulación y costo razonable. Para ventanas de mayor tamaño (más de 1m²), se recomienda subir a 4mm.
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